lunes, 14 de mayo de 2012

Apocalipsis

''Entonces el cielo se torno rojo, como la sangre, y de él surgían colosales esferas cubiertas de fuego que impactaban contra la tierra con la fuerza de mil titanes, destruyendo todo signo de vida a su paso. El mar hervía y se agitaba creando extrañas olas de más de cien metros que arremetían contra la costa devastándolo todo para tragárselo en el abismo de la profundidad del oceano. El suelo se agrietó y se abrió con el rugido de los demonios. Millones de oscuras figuras surgieron del abismo en simétricas espirales, emitiendo un chillido insoportable al oído humano. Muchas personas gritaban desconsoladas, otras rezaban, otras adelantaban lo inevitable lanzándose desde las mas altas plantas de los pocos edificios que aún quedaban en pie. ¿Yo? Anduve sin rumbo entre ruinas y cadáveres desfigurados, me senté en lo que, con seguridad, en su dia, había sido un tren, y esperé a morir.''(Lex Mundi: Vision n6)

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